Para nadie es un secreto que el embarazo es una etapa en la que se experimentan múltiples cambios. Tanto a nivel emocional como físico, el cuerpo de la mujer se transforma a diario para acoger al bebé que va creciendo en su vientre, a medida que el tiempo avanza. Junto a las alteraciones hormonales, también aparecen dolores de espalda, así como la hernia discal que afecta el descanso y tranquilidad de la futura madre.
Además, es posible que se padezcan condiciones particulares previas al embarazo o se originen durante el mismo, como los discos herniados.
Causas de la hernia discal en el embarazo
Durante la gestación, la columna vertebral debe soportar un exceso de peso y por ello, tiende a producirse una curvatura en la espalda que puede empeorar una hernia discal u originarla.
El problema aparece entonces como resultado de algunas condiciones:
- Aumento de peso.
- Movimientos involuntarios.
- Desalineación de vértebras.
- Caídas o golpes.
- Sedentarismo.
Por todo esto, se genera la compresión de raíces nerviosas que acentúan el dolor y las molestias durante el período de gestación.
¿Cómo puede afectar una hernia discal durante el embarazo?
El dolor expandido es uno de los principales síntomas de discos herniados y a lo largo del embarazo puede empeorar e irradiarse a otras partes como los brazos, el antebrazo, las manos, el hombro, las piernas, entre otras.
En este tiempo, las mujeres tienden a inclinarse hacia atrás buscando la forma de compensar el peso adicional, por lo que también se pueden presentar molestias lumbares, adormecimiento u hormigueo en la zona afectada.
La quiropráctica, método natural para corregir hernias discales
Funcionar con un sistema nervioso sano y sin interferencias, es el principal objetivo de la quiropráctica. Así que es una de las mejores alternativas que existen para aliviar el dolor ocasionado por discos herniados y/o alguna otra compresión en la columna vertebral, en la cervical u otra parte del cuerpo.
Con la quiropráctica se ayuda a corregir la curvatura de la columna, se libera la presión de los nervios pinzados, alivia el dolor y el hormigueo y en la mayoría de los casos, evita la cirugía de discos.
Para la mujer gestante es fundamental, que su sistema nervioso trabaje sin obstrucciones, de manera que el proceso sea más ameno y saludable. Este estado de bienestar se debe procurar alcanzar a través de métodos naturales como la quiropráctica, ya que usar medicamentos u otros procedimientos pueden estar contraindicados para su salud y la del feto.
¿Es seguro un ajuste quiropráctico durante el embarazo?
Cada persona tiene condiciones específicas que se consideran antes de realizar los ajustes quiroprácticos. En el caso de las mujeres embarazadas, se buscan las posiciones más cómodas, seguras y efectivas para descomprimir los nervios, aliviar la presión y ayudar a reducir el dolor en las áreas afectadas.
Con un ajuste también es posible restablecer la posición de las vértebras y favorecer a la reabsorción del disco para prevenir la degeneración.
Otros beneficios de la quiropráctica durante la gestación
A menudo los tratamientos quiroprácticos reducen las molestias derivadas del embarazo como ciáticas, náuseas, cefaleas y tensión muscular.
Además, ayuda especialmente a la mujer en la última fase del embarazo si se presenta restricción intrauterina, porque equilibra los huesos de la pelvis y el sacro, otorgándole más espacio al bebé para adoptar la posición correcta antes del parto.
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