El uso del frío y el calor para curar heridas y tratar lesiones tiene un origen muy remoto. Antiguas civilizaciones como la egipcia, la griega, la china e india, emplearon la crioterapia y la termoterapia para aliviar las dolencias de sus habitantes, a través de procesos rudimentarios.
En la actualidad, estas técnicas han evolucionado, permitiendo el desarrollo de aplicaciones más precisas y efectivas dependiendo de las áreas afectadas y de la respuesta de los pacientes ante cada una de estas opciones.
En este artículo te contamos en qué consiste cada una y cuáles son los beneficios que ofrece en el tratamiento de las lesiones.
Crioterapia, el poder del frío…
La Crioterapia es un tratamiento que tiene como objetivo reducir la inflamación y el dolor con la aplicación de frío.
El efecto del frío (hielo) sobre un golpe, lesión o contusión disminuye el ritmo en los procesos corporales, porque tiene un efecto vasoconstrictor. Esto quiere decir, que los vasos sanguíneos de la zona afectada se contraen y la sangre comienza a circular más lento, lo que ayuda a evitar los hematomas. Además, el organismo envía una serie de sustancias capaces de reparar el tejido lesionado.
Beneficios de la Crioterapia
El uso de la crioterapia tiene múltiples ventajas, pero las más significativas son:
- Efecto analgésico: El mayor efecto analgésico se obtiene durante los primeros 15 segundos del tratamiento y puede durar hasta 1 hora. Esto se logra ayudando a bajar la temperatura de la piel por debajo de los 15º C (59°F).
- Antiinflamatorio: La Crioterapia ayuda a reducir la cantidad de sustancias algógenas y así se genera una respuesta inflamatoria menos intensa.
- Recuperación muscular: Después de un ejercicio intenso, la crioterapia puede ayudar a reducir el dolor muscular y acelerar la recuperación.
- Prevención de lesiones: La aplicación regular de frío en áreas propensas a lesiones puede ayudar a prevenir daños futuros.
La Termoterapia, calor que reconforta…
Por otro lado, tenemos la termoterapia, que consiste en el uso de calor en partes específicas del cuerpo para mejorar la circulación sanguínea, relajar los músculos y aliviar el dolor.
Para aplicar esta terapia suelen utilizarse mecanismos de conducción, radiación y convención.
El uso de calor a una lesión o área adolorida puede aumentar el flujo sanguíneo, lo que ayuda a llevar nutrientes y oxígeno a la zona, promoviendo así la relajación y curación.
Beneficios de la Termoterapia
Con el uso de la termoterapia se obtiene:
- Efecto sedante y relajante: El calor ayuda a aumentar el flujo sanguíneo, por lo que relaja los músculos, alivia la fatiga y evita los espasmos.
- Efecto Antiinflamatorio: Al aplicar calor sobre la piel se ayuda a reducir y calmar ciertas afecciones, como las erupciones o incluso la dermatitis, debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Flexibilidad y movilidad: La termoterapia puede mejorar la flexibilidad de los tejidos conectivos, lo que puede ser beneficioso antes de realizar actividades físicas.
- Reducción del estrés: La sensación de calor puede tener efectos calmantes y relajantes, disminuyendo el estrés y la tensión muscular.
¿Cuándo usar la Crioterapia y la Termoterapia?
La elección entre crioterapia y termoterapia depende del tipo de lesión, de la fase en la que se encuentre y de la respuesta de cada persona ante el tratamiento.
En general, la crioterapia es más efectiva en lesiones agudas, como torceduras, esguinces o inflamaciones recientes. Mientras que, la termoterapia se utiliza con mayor frecuencia en lesiones crónicas, como dolor muscular persistente o rigidez articular.
La Crioterapia y la Termoterapia, temperaturas opuestas con beneficios similares
Tanto la crioterapia como la termoterapia ofrecen beneficios significativos en el tratamiento de lesiones y dolencias musculares. Sin embargo, es crucial buscar orientación de un profesional de fisioterapia para determinar la mejor opción según el tipo de lesión, su gravedad y la etapa de recuperación.
Combinar adecuadamente estas terapias con otros tratamientos, puede ser clave para una recuperación óptima y una mejora en tu calidad de vida.
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