¿Es segura la Quiropráctica para las Hernias Discales?

hernias discales

Dolor cortante y agudo es una de las principales señales de hernias discales. Por esta razón, miles de personas a nivel mundial acuden a los centros médicos en busca de ayuda para atenuar los síntomas que se desencadenan cuando se tiene una lesión en los discos.

 

Entre las alternativas para el tratamiento de las hernias discales se encuentran medicamentos, ejercicios, cirugía y la quiropráctica. 

 

Sin embargo, cuando se menciona esta última, la mayoría suele dudar y piensan que su condición puede empeorar o ser más dolorosa. Pero, nada más lejos de la realidad, aquí te explicamos por qué…  

 

¿Qué son las hernias discales?

 

Las hernias discales, que también se conoce como rotura discal o desplazamiento de disco, es una patología que afecta a la columna vertebral e interfiere en su correcto funcionamiento. De acuerdo al grado de afectación y la zona dónde se encuentre, tiende a limitar la capacidad de las personas para realizar ciertas tareas y actividades.

 

La columna vertebral es un conjunto óseo formado por 33 huesos (vértebras) que se articulan entre sí y están unidas por ligamentos y músculos. Entre estas vértebras existe un disco, compuesto por un núcleo pulposo y un anillo fibroso, que sirve para darle mayor movilidad a la columna.

 

Cuando el disco intervertebral lesionado se rompe dejando salir el núcleo pulposo desde su interior se produce la hernia discal. Este núcleo se abre paso a través de las fibras del anillo llegando a la parte posterior y produciendo la compresión de los nervios espinales, que puede causar daños en la raíz de estos y a la médula ósea.

 

Causas de las hernias discales

 

Muchas pueden ser las causas de una hernia discal, por ejemplo:

 

  • Envejecimiento natural.
  • Exceso de peso o actividades que sobrecargan la columna.
  • Accidentes o eventos traumáticos como golpes y caídas.
  • Riesgo hereditario o predisposición genética.
  • Sedentarismo.

Síntomas asociados a una hernia discal

 

Las molestias ocasionadas por una hernia de disco dependen de la zona dónde se encuentre la vértebra afectada. 

 

Hormigueos y entumecimientos en distintas zonas del cuerpo, especialmente en brazos y piernas, son síntomas comunes que suelen presentar las personas con hernias.  

 

  • Si la hernia discal se encuentra en la cervical, el dolor se irradia en la zona del cuello. Esto puede estar acompañado de falta de fuerza en los brazos.
  • Si causa dolor de espalda a la altura del tórax, es probable que se deba a hernias discales torácicas. Con este cuadro se puede presentar malestar en la zona dorsal de la columna, disminución de fuerza en las extremidades, en casos más crónicos puede alterar el control de esfínteres. 
  • Otra hernia discal frecuente es la lumbar, genera dolor en esta región que viene asociado con ciática. 

¿Qué tan segura es la quiropráctica como tratamiento para las hernias discales?

 

Al contrario de lo que se piensa, la quiropráctica es una forma de tratamiento regulada y para la cual debe existir preparación educativa y práctica, de esta forma se obtiene la licencia que permite tratar a los pacientes. 

 

Cada una de estas condiciones y tratamientos tienen fundamentos e investigaciones previas, lo que hace que esta terapia no solo sea efectiva sino también segura.

 

Antes de comenzar cualquier tratamiento, el quiropráctico evalúa la situación de cada uno de acuerdo a exámenes físicos que se realizan desde la primera cita. 

 

La quiropráctica no implica medicación, incisiones o algún método invasivo, por lo cual es una opción que conlleva menos riesgos que la medicina tradicional o una cirugía. 

 

¿En qué consiste el tratamiento quiropráctico para una hernia discal?

 

 

El objetivo de la quiropráctica es restablecer la posición de las vértebras, de manera que se liberen los nervios pinzados y así ayudar a que el área herniada del disco se reabsorba. 

Al descomprimir los nervios, se restituye el correcto funcionamiento del sistema nervioso, por lo que el cuerpo comienza a recuperarse naturalmente.

 

Para tratar la hernia discal, el quiropráctico revisa la alineación de la columna y verifica puntos específicos de acuerdo a las molestias que el paciente haya manifestado. 

 

Luego procede a ejercer presión con las manos o algunos equipos específicos con los que se realiza el ajuste de las vértebras y la descompresión de los nervios.

 

Beneficios del tratamiento quiropráctico para hernia discal

 

Los beneficios de la quiropráctica en el tratamiento de una hernia discal son múltiples:

 

  1. Ajuste de las vértebras que ayuda a la reabsorción del disco afectado.
  2. Libera la presión sobre los nervios pinzados.
  3. Alivia el dolor y el hormigueo.
  4. Corrige las subluxaciones vertebrales y las interferencias que estas producen en el sistema nervioso.
  5. Evita la cirugía.
  6. Reduce el uso de medicamentos y otros métodos invasivos.
  7. Previene la degeneración a largo plazo de las vértebras.

 

Es necesario resaltar que con la medicina tradicional es probable que tengas que usar cada vez más analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares y posiblemente una cirugía. Todo esto, porque no se llega a la médula del asunto, estas opciones solo te ofrecen alivio temporal o con mayor riesgo. 

 

Mientras que, la quiropráctica brinda alivio progresivo a través de ajustes mecánicos al sistema músculo-esquelético que fomenta la recuperación natural del propio cuerpo, esto es lo que la convierte en la alternativa más idónea y segura para el tratamiento de las hernias discales. 

 

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